martes, 11 de mayo de 2010

¿Quién le pone el cascabel al gato?

El sol radiante de primavera nos llevo de la mano hasta EL GATO NEGRO, el nuevo proyecto de Ramon Saavedra en Graena (Granada), en el que tradición e innovación se fundieron para crear nuestro lejano oriente particular.

La celebración del día del Patrón del pueblo se convirtió en la mejor bienvenida para el grupo, que pudo disfrutar de la amabilidad y hospitalidad de los vecinos entre rosquillas de San Marcos y cerveza fresquita en la Plaza del Ayuntamiento.



Nuestro aperitivo culminó con la improvisada visita a la cueva de los Arenas, una familia fantástica que nos brindó la oportunidad de conocer las virtudes de una vivienda de gran tradición "granaina". Desde aquí les mandamos un cariñoso saludo y nuestro agradecimiento.



El aroma a hierbabuena y la luz de las velas nos estaban esperando en el GATO NEGRO; todo estaba dispuesto para comenzar la degustación de comida asiática, que maridó a 5 vinos españoles en una original combinación de sabores, colores y texturas, envueltos en la profunda voz de OUM KALSOUM.





Los rollitos fritos tailandeses (po pia thod) abrieron el menú acompañados de un Martivilli Rueda Verdejo , un blanco lleno de cítricos y frutas ácidas que daba digna cobertura al plato, potenciando su sabor.

La sopa de mariscos con albahaca (tom jood ta-la sai bai hu la pa) introdujo gran variedad de matices que quizá chocaron demasiado con el vino blanco, pero que sin embargo habría emplastado a la perfección con el rosado joven (Toral) que se sirvió a continuación, y que regó al ravioli de cerdo al vapor (khanom gib thai), exquisito acompañado de la naranja tardía que lo adornaba.


El Cauzon 2008 se encargó de presentarnos a las brochetas de pollo satay (kai satay) junto a la ensalada de verduras agria y picante (yum puk), muy celebradas por los presentes, aspecto en el que la salsa que las bañaba tuvo bastante parte de culpa.



Cerro Encina, de Bodegas Marenas, trajo consigo al curry rojo de pato (gaeng ped yang), con toques a coco muy interesantes que culminaron en el postre, a base de crema quemada de mangos (mamuang) y crepes de plátano (pang ho khuay), envueltos en un Ribera del Duero, Vizcarra-"Senda del Oro" , digno farolillo rojo para la jornada.



Una vez más, Ramon Saavedra volvió a sorprendernos y nos dio la oportunidad de recorrer otro continente sin movernos de Granada, todos juntos, entre amigos.



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