Sin duda alguna fue una noche llena de sorpresas, entre las que destacamos la calidad del vino y la gran variedad de matices que ofreció a los presentes. El grupo descubrió una nueva tabla de colores, buceando entre rosas, violetas y grises, con sabores frescos y muy adecuados a esta época del año.
A continuación os ofrecemos una sítesis de las impresiones recogidas en nuestra Ficha Gastronómica en la quedan reflejadas nuestras reflexiones de la noche:
PRIMER PLATO: brotes y garbanzos
Para abrir boca, nada mejor que un colorido plato en forma de ensalada con toques muy originales en sabor y textura en forma de garbanzos melosos, que emplastaba a la perfección con el vino elegido. Ambos se hicieron uno, respetando mutuamente cada uno de sus matices y formando en definitiva un refrescante conjunto.
En cuanto a los nombres asignados por el grupo, en este nuevo ejercicio de observación y crítica, citaremos: "Garbanzos al brote con toque de abeja", "Nido rojiverde con garbanzos gominola", "Ensalada templada de garbanzos melosos y frutos rojos sobre cama de brotes verdes".
SEGUNDO PLATO: manzana y queso de cabra.
Delicioso y elegante plato, con marcados toques agridulces y textura muy cremosa que con un original montaje sorprendió a los asistentes. Menos afortunada su relación con el vino por lo intenso del queso de cabra, como opinión generalizada, aunque algunos asistentes lo enlazaban a la perfección con el Gran Feudo que estábamos degustando
Sus nombres y apellidos: "Milhojas templadas de manzana y queso de cabra", "Coronas de manzana en salsa de cabra", "Bocaditos de mazana y crema de queso".
TERCER PLATO: patata, sardina y pimiento.
Nuevamente la originalidad primó en el tercero de la noche, en forma de equilibrados bocados de patata y pimiento, coronados por sardina y bañados en salsa de pimiento rojo, con colores llamativos y vistosos. Simplemente correcto en su encuentro con el vino. Destacamos que la opinion general clamaba por una mayor presencia de las sardinas.
Respecto a los nombres: "Mousse de patata con salsa de pimientos y guinda de sardina", "Milhoja de patata y pimiento coronada con sardina", "Pastel de patata con salsa dulce pimientos coronada por sardina".
CUARTO PLATO: marisco y setas
Comentada y apagada presentación la del cuarto en la lista, en cuanto a colores y textura. Original por su sabor, sin embargo no terminó de convencer a los comensales en conjunto ni en su emplaste con el rosado, aunque algunas voces destacaron la buena pareja que hace el vino con la pasta.
Sus nombres: "Raviolis de hongos con salsa de marisco", "Raviolis tierra y mar", "Raviolios de boletus y mariscos bañados en crema".
QUINTO PLATO: habas, bacon y cebolla.
El farolillo rojo de la noche fue elegido como plato de claro contraste con el vino, en un ejemplo de "lo que no debe acompañar nunca a un rosado". Alojado en un original soporte en forma de lata de conservas, el quinto plato representaba la tradición granaina al más puro estilo campestre, con un intenso sabor a guiso de toda la vida.
Denominaciones elegidas: "Guiso de habas en lata", "Conserva de habas con panceta", "Sorpresa habas con esencia de bacon".
No podemos dejar de mostrar nuestra satisfacción por una noche llena de nuevas experiencias, de discusión sobre vino y gastronomía y, sobretodo, repleta de buenas sensaciones. Nos vemos en la próxima, en la que nuestra ficha gastronómica y por supuesto nuestra ficha de cata seguirán dándonos de qué hablar (y mucho!).
Nos vemos pronto.
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