Mientras los hombres de la casa preparaban las diversas viandas, nuestra querida Ludriel iba a la alsina a recoger a nuestros accidentados Cris y David (eso de que se te fastidie el coche tiene estas cosas...)
Se prepararon con esmero los canapés de paté, se trocearon con exquisito gusto y finura los diversos embutidos de caza y las cuñas de queso para que al llegar al paladar de los comensales los sabores no resultaran ofensivos (ya se sabe que la loncha gorda para el bocata esta muy bien, pero para un canapé como que resulta demasiado empalagoso)
El vino abierto con cariño se dejó oxigenar durante alrededor de una hora. El olor que pudimos percibir a través del corcho hacia presagiar a nuestros paladares unos sabores excelentes y afrutados.
Una vez terminados los preparativos y mientras llegaban los comensales que faltaban, estuvimos haciendo unas fotillos para que quedara constancia de nuestra elaborada (currada, para los de la ESO) presentación.
El encuentro de amigos comenzó con algarabía y alegría, sobre las 9.30 de la noche y la cena se pospuso hasta las 10 ya que había que imprimir las fichas de cata que habíamos preparado para poder elaborar el análisis técnico del caldo que teníamos.
Tras el reparto de las fichas se procedió al vertido del ansiado vino en las copas, expectantes como estábamos sobre que nos podría deparar un vino con tanta solera.
Debemos señalar que esta parte se hace de manera particular, así que hasta que no lleguemos al momento de la cena, poco podemos decir sobre que opino cada uno de nosotros del vino. (Odio destripar las películas y odio aun mas que me las destripen, así que aguantad nuestro “elaborado” articulo hasta la cena para saber en que quedo la cosa)
Ahora pasemos a la cena. Cenamos. Se acabó
Que no... que es broma.
Como podéis ver en las fotos el encuentro se desarrollo con bastante fluidez y buen ambiente. Se tocaron temas de todos los palos no faltando conversación en ningún momento (pese a que se vea a Toletum con el mando de la T.V. en alguna de las fotos que habilmente no publicaremos en éste artículo)
Uno de los temas que mas se discutió fue acerca del vino, sobre nuestras impresiones y su casamiento con los distintos elementos presentes en la mesa (osea, de mezclar vino y comida)
Mientras que una de las vertientes se zanjo unánimemente, el otro produjo una división de opinión.
En el maridaje del vino, todos coincidíamos en que era un vino perfecto para los sabores de caza que venia representado por el embutido, tanto de ciervo como de jabalí, mientras que en el tema de la cata propiamente dicha, había digamos que 2 corrientes.
Cris y Toletum defendían que mientras el olor prometía una nube de sensaciones, a la hora de llevárselo a la boca las mismas no acababan de materializarse, lo que llevo a una pequeña decepción en cuanto a su valoración general del vino.
Ludriel y Madoko sin embargo defendían que era cierto que el olor prometía un vino mucho mas rico en sabores, pero que el sabor era muy agradable y no merecía una reducción excesiva en su nota general.
La reunión era tan agradable que continuo con una botella extra que amablemente aporto el anfitrión, Don Toletum. Se trataba de un Pago de Cirsus, vendimia seleccionada del 2005 con mezcla de uvas Tempranillo y Merlot, que nuevamente hizo que los paladares sacaran las espadas de sus vainas y se desafiaran entre ellos.
Debemos decir que esa noche la tónica general era la lucha entre ambos bandos mediante reglas propias de los afamados tercios de Flandes.
Hay que señalar que dicha botella no tuvo tiempo de oxigenarse y que evidentemente los sabores estaban mucho mas concentrados de lo que deberían. Es por ello que las botellas se dejan abiertas un tiempo antes de servirse.
En esta ocasión el debate se centro en la comparativa entre el primer vino y este segundo.
Nuevamente empate técnico, repitiéndose equipos, pero sin embargo con unas posiciones mas antagónicas.
Cris y Toletum defendían que en este caso el vino aportado ofrecía mayor cantidad de sensaciones que el anterior.
Mientras que Ludriel y Madoko notaron una excesiva acidez, que mataba cualquier otra sensación.
Debemos reseñar que el vino cuando se fue aireando en la mesa perdió bastante esa acidez, aunque ambos seguían diciendo que era una acidez excesiva. (tengamos en cuenta que el vino duro en la mesa lo que un caramelo en la puerta de un colegio, ya que mientras que éstos 2 no lo cataban el resto lo consumían avidamente).
La reunión termino con un par de copitas para los autores de este texto y con el resto con sueño ya que eran las 1 de la madrugada.
Amablemente Ludriel nos acerco a cada mochuelo a nuestro respectivo olivo, con una sonrisa y pensando en lo bien que nos lo hemos pasado y lo bien que tenemos pensado pasárnoslo en la próxima que perpetremos.
Desde el corazón de Granada (osea un bar) se despiden vuestros servidores.
Toletum y Madoko
martes, 9 de junio de 2009
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Buenas,
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante el tema de este blog, y muy original a la vez que cultural. Aunque no pueda participar activamente en él (la distancia, aunque sea corta, es un problema), me gustaría hacerlo indirectamente, si no teneis inconveniente. Mi pareja es un buen entendido en vinos, y os podría proponer de vez en cuando alguno que él me recomendara para que lo degusteis en vuestras reuniones. Espero que acojais mi idea de buen agrado, y si os satisface, solo os teneis que poner en contacto conmigo vía email.
Un saludo.
Noelia.
Por supuesto que lo acogemos de buen agrado Noelia. Estaremos en contacto vía mail ya que lo que pretendemos es justamente aprender todo lo que podamos de quien nos pueda aconsejar.
ResponderEliminarMuchas gracias por seguirnos y para lo que quieras estamos en contacto.
Un saludo.
Buenas,
ResponderEliminarme gustaría asistir a la próxima reunión.
Saludos