Allí tuve ocasión de conocer a Ifi, una persona fantástica de la que aprenderíamos mucho en ese breve tiempo y a un grupo de personas que nos trataron fenomenal y que nos hicieron sentir muy a gusto.
Lo primero fue sin duda que Ramón nos pusiera al día sobre sus presentaciones en París (él llegó una hora antes que nosotros de allí) donde tuvo un gran fin de semana de trabajo que dio sus frutos por las excelentes noticias que trajo. Una pena que haya que irse tan lejos a conseguir el reconocimiento que en tu tierra se te resiste, pero lo importante es que cada vez sus vinos llegan más lejos y que sin duda está en el muy buen camino, como confirma su agenda de los próximos meses: Canadá, Montpellier, de nuevo París.....algún día si el me deja os contaré el éxito de sus vinos en Francia, en vinotecas y restaurantes.....
Tras la toma de contacto, llegó la hora de la cena....el día había sido largo. Un pescado cocinado por Ramón y Javi Vilchez (Chef del Gato Negro) y unos quesos franceses nos sentaron el cuerpo después de este largo día, todo ello regado con un blanco de Alsacia de uva Riesling y un Gewutztraminer del que no recuerdo la región. Muy suave el primero en boca.....me quedo con el segundo, mucho más frutal y potente.
Al poco rato, nos fuimos a la cama a coger fuerzas para el día siguiente, donde había que preparar un itinerario por la Bahía de Arcachón.
A la mañana siguiente elaboramos la ruta y partimos, después del desayuno a base de bollería recién hecha de la boulangerie de la esquina, en primera instancia a ver los puertos de la bahía de Arcachón como La Teste de la Buch. También paramos en la iglesia de Le Teich, pequeño pero muy coqueto templo donde estaban realizando una prueba para el coro y pudimos escuchar un par de piezas.
A medio día nos acercamos a Port de Larros, puerto de la bahía en la zona de Gujan-Mestras donde Jose y Ramón nos comentaron que se comían buenas ostras y que además eran curioso visitar por varias razones, entre ellas presenciar la bajada de la marea en la bahía.
Estuvimos viendo el puerto un rato ya que la temperatura era muy agradable, sacando muchas fotos y viendo lugares donde comer que de tanto ver ostras estaba empezando a hacer hambre.
Nos sentamos en una de las cabañas que hay, donde hay gente trabajando al lado y donde sirven degustaciones de ostras recien sacadas del agua.
La elección consistió en 12 ostras del numero 2, 2 latas de paté de campagne, surtido de pan con mantequilla salada y unas copas de Tariquet un vino blanco semi-dulce para acompañar.
Las ostras eran una maravilla y el vino no puedo decir más que me traje 2 botellas para España.
Dos cafés solos al final, disfrutando de la bajada de la marea en una maravillosa comida que no llegó a los 26 euros.
Otra ronda de fotos para reflejar la bajada de la marea, impresionante ya que llegó un momento que no había agua y se podría cruzar andando toda la bahía. Algunos barcos se quedaron colgados literalmente sobre la tierra.
Seguimos hacía Arcachón, donde llegamos a primera hora de la tarde, donde nos acercamos a una de las cafeterías que rodean el puerto para tomar otro café mientras mirábamos el correo electrónico para después patearnos el puerto viendo las distintas embarcaciones típicas de la zona, bien fueran de recreo o de trabajo.
Un paseo por la playa después, con un rato de relajación sentados en la arena para después tomarnos un gofre en uno de los múltiples kioskos que hay por las calles. Seguimos el paseo hacia la zona de compras de Arcachón donde en una de las vinotecas que pueblan las calles de todo el sur de Francia compramos una botella de Tariquet y un paté que aportar a la cena en casa de Jose.
Acabamos nuestro día en Arcachón paseando hacia el coche contemplando las impresionantes mansiones de la ciudad, dignas de películas de época.
Volvimos a Facture, donde después de la cena tuvimos un momento de conversación de los que gustan, sobre lo divino y lo humano.....y cuando el cansancio nos pudo nos retiramos a descansar ya que al día siguiente había que madrugar mucho ya que preparamos una ruta por los grandes Chateaux del Medoc con la guía impagable de Ramón.
El día siguiente a las 8, después del desayuno, partimos hacía el Medoc camino de Chateau Micalet, en Cussac fort Medoc, bodega familiar que realiza vino dentro de la Agricultura biológica y que administra Dominique. La visita fue gratuita y pudimos probar 4 vinos de diferentes añadas y hasta el 2009 directamente de la barrica.
Después de visitar la bodega y de comprarle algunos vinos nos acercamos a comer a Pauillac, al restaurante Lavinal. Magnifico sitio donde tuve elegí un Confit de pato acompañado de puré de patatas y Olivia un menú consistente en crema de guisantes y entrecot de ternera con patatas, con crema inglesa y de chocolate de postre. Sepidieron 2 botellas de vino para el centro de la mesa: Chateau St-Christoly del Médoc y Chateau Coufrán de la zona de Haut-Médoc. Me quedo con el segundo, con grandes toques de madera y fruta.....realmente rico.
También al centro una ensalada de uno de los descubrimientos gastronómicos del viaje: Ensalada tripandouille (tripas-callos) con mostaza de Dijon. Las tripas estaban hechas en la parrilla con lo que tenían una textura crujiente muy rica y sorprendente.
Después de unos cafés seguimos camino hacia otra bodega de la zona, Chateau Behere,en Pauillac. Una visita muy agradable con un anfitrión de los más simpáticos que tuvimos ocasión de conocer a lo largo del viaje, lo que se tradujo en mas de una hora de probar vinos y de charla sobre el vino, la agricultura y diferencias de la agricultura en Francia y España.
A la vuelta a Burdeos paramos en algunos de los Chateux más famosos y conocidos del Médoc como son: Lamarque, el impresionante Pichon-Longueville, Lafite, La Tour y como no Margaux para finalizar.
Algo a significar del día fue sin duda la gran productividad que le dan al viñedo, con unos lineos muy estrechos aprovechando al máximo el terreno (quizás de más) y recortando las cepas hasta el punto que parecían setos....todos iguales.
Para ilustrar el día de bodegas he elegido una foto que nos hicimos en el viñedo de La tour (se puede ver la torre que le da nombre al fondo), delante de la verja que nos impedía la entrada.....segundos después nos metíamos en la viña para probar una uva de La Tour.....menos es nada.....
De vuelta a Facture todavía nos quedaba otra experiencia inolvidable: La fiesta del Petit Point....fiesta flamenca en Facture. Ahí es nada.
Nos calzamos el pañuelo de lunares y pasamos la noche de barbacoa, vinos de diferentes lugares, arroz negro y cuadro flamenco ya avanzada la noche.
Solo deciros que afortunadamente no hay fotos del suceso y que Carmen de Arcachón triunfó de manera inapelable....solamente un dato más para los que me conozcan un poco más: el que suscribe acabó reconvertido en "El niño de Talavera" y cantando Luces de Bohemia entre otros clásicos a las tantas y mil de la mañana......
Un desparrame de noche que sinceramente me hacía falta donde nos reímos hasta reventar y disfrutamos muchísimo.
Al día siguiente salimos para Burdeos de nuevo, con las energías renovadas para pasar 2 noches más allí acabando de visitar la ciudad y acercarnos a St-Emilión.....pero eso ya os lo contaré en otro post, que merece la pena....eso si, ya hay otro sitio más donde tengo que volver.....:
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