martes, 17 de agosto de 2010

Diario de a bordo: Ruta Gastro - Enológica. Día 31 de julio y 1 de Agosto San Sebastián - Burdeos.

El día 31 de julio salimos de Donosti dirección Burdeos sobre las 9:30 de la mañana, en lo que nosotros creímos que iba a ser un trayecto de media mañana.
Un trayecto de 2 horas y media se transformó en una epopeya de 5 horas, gracias a los cortes de circulación primero en San Sebastián para sufrir después los interminables y desesperantes atascos y retenciones en la autopista ( si, leéis bien, atascos en la autopista) camino de Burdeos.

Visto lo visto, comimos en una vía de servicio por el camino para aprovechar la tarde una vez llegados a Burdeos así que por fin, después como digo de casi 5 horas llegamos a nuestro destino a las 15 o 16 más o menos y nos encaminamos a instalarnos en nuestro hotel para rápidamente acercarnos a la oficina de turismo y ordenarnos los próximos 6 días.

Ya en el centro, la primera impresión es realmente buena ya que en turismo te atienden fenomenal y cada persona habla 3 idiomas.... incluso nos atendieron hasta en castellano ya que de las 4 personas que atendían 3 hablaban castellano.
Lo que más me impactó es lo bien trabajado que tienen el tema del vino y los viñedos ya que tienen una persona exclusivamente para ese tema. Allí te dan toda la información que necesitas para moverte por la zona, te reservan las citas que necesites en las bodegas y hasta nos hicieron el favor de llamar a alguna bodega para preguntar en que locales podíamos encontrar sus vinos.
toda duda que nos surgió allí nos lo solucionaron....parece obvio pero os aseguro que no lo es, como os contaré en capítulos posteriores.

Ya metidos en la toma de contacto con la ciudad, enseguida sale el parecido con las ciudades del norte de España del estilo de Santander o la misma San Sebastián por el corte arquitectónico y el estilo de los edificios. No es una ciudad excesivamente grande y el centro resulta acogedor. Es un auténtico deleite para los enamorados de los paseos urbanos y al no ser muy grande no hace falta más transporte que las piernas de uno.
Si resalta y es realmente agradable y diferente las terrazas que inundan la ciudad. A cada paso hay una. Prácticamente andas entre ellas. Da un aspecto seguro y agradable, te hace sentir a gusto.



Tras una tarde de paseo por el centro estuvimos de visita en alguna de las vinotecas que pueblan toda la ciudad en las que, para sorpresa agradable nuestra, el sistema que funciona es que primero te preguntan el estilo de vino que te gusta y luego te dan a probar alguno que haya abierto para tratar así de conseguir la venta. Que mejor forma de convencerte de que te gusta algo que dándotelo a probar y comprobarlo.
Tras las catas que fueron seguidas por alguna compra interesante decidimos sentarnos en una preciosa plaza que nos encantó absolutamente, Place St Pierre. En concreto en un pequeño local (por espacio) del que ya había oído hablar a algún amigo: LE BO BAR. Pequeño local como digo, con una agradable terraza. Uno de los multiples Bar á vins que pueblan el centro.
De nuevo el encanto, entre otras cosas, residía principàlmente en el sistema de venta....te preguntan el estilo de vino que te gusta y te sirven. No te dicen que te ponen porque el juego está precisamente en que intentes adivinar que es o que uvas lleva.
Tras la prueba, el resultado: dos vinos Australianos realizados por una bodega de burdeos. Largos, con mucho cuerpo y entrando muy bien en boca.
Siento no haber tenido la rapidez de apuntar el nombre pero sinceramente me impactó tanto el sistema que no acerté a reaccionar.



Llegó la hora de cenar y tras ver varios locales al final nos decidimos por uno en la Place du Parlament, muy cerca del anterior. En ésta ocasión nos llamó la atención un local en plena plaza con una carta realmente interesante: L'Arbousier.
Nuestras elecciones fueron:

Entradas:

Timbal de tomates y queso fresco
Ensalada de queso de cabra con tomates secos y queso fresco también de cabra.

Platos:

Carpaccio de ternera
Cerdo a la miel con arroz thai

Postres:

Queso fresco
Crepes dulces con canela

Dos copas de vino de la región dieron paso a una botella de L´orangerie de Carignan. Tinto de Burdeos que nos encantó por su suavidad.



La mañana siguiente teníamos cita para una visita en una bodega cercana, en la zona sur de Burdeos, concretamente en Pessac - Leognan. La bodega en cuestión era Arrivet Haut Brion.
La visita nos la hicieron en castellano y lo más destacado era sin duda los depósitos de hormigón para el vino blanco, donde hacían la primera fermentación (alcohólica) dejando la maloláctica para la barrica.
Una hermosa sala de barricas nuevas y unas enormes que nunca habíamos visto donde nos explicó que hacían el segundo vino de la bodega, consiguiendo unas notas más suaves en la madera que en el primero.
Una preciosa bodega y unos vinos fenomenales que tuvimos ocasión de probar con la visita:

Blanco 2004, 65 % Sauvignon, 35 % Sémillon, con unas notas muy gustosas a fruta ácida y cítricos y con un toque de la madera muy controlado pero que daba distinción.

Tinto 2002, 60 % Merlot, 40 % Cabernet Sauvignon, muy frutal, nada alcohólico y con una madera muy conseguida y estructurada.



Tras la visita nos dirigimos de nuevo a la Place du Parlament donde ya teníamos echado el ojo a un sitio para comer: Karl.
En ésta ocasión no tenemos fotos pero la elección fue una ensalada de frutas, pollo y embutidos fríos, una porción de quiché Lorreine y una selección de quesos de postre....todo eso para los dos. Esta vez sin vino porque había que conducir.

Después, un breve paseo por el centro, unas compras de intendencia necesaria y enseguida nos pusimos camino de Facture, en la bahía de Arcachón. Allí estaba la casa de Jose y era el punto de encuentro con él y nuestro bodeguero fetiche Ramón Saavedra de Cauzón.

Siguieron 2 días de visitas por Arcachón y un viaje al Medoc que os contaremos en breve, en otra etapa de nuestro viaje.
Dirección:Dirección:

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